domingo, 8 de junio de 2008

La verdad desnuda

Let it Be Naked (1969 o 1970 o 2003)

Para comienzos de 1969 las cosas no andaban muy bien en el campamento Beatle. El hecho de no tocar en vivo desde 1966, época en la que además sus recitales distaban bastante de la música que el grupo estaba haciendo en estudio, ayudaba a ese malestar. Para entonces, el grupo se encontraba ensayando los temas de su próximo álbum, en medio de discsuiones constantes y pésimos resultados. Hasta que a George se le ocurrió que subieran con todo y equipos a la azotea del estudio donde estaban grabando para tocar para el público que ocasionalmente se acercara y grabar el disco a la vieja usanza, es decir de una sola toma, tal como saliera. Era una manera de volver a las cosas simples y al contacto directo con el público, dos de los pilares en los inicios de la banda. Entonces, de manera sorpresiva, el 30 de enero de 1969 los cuatro Beatles juntos al tecladista Billy Preston subieron a la azotea de los estudios Apple Corps. (su propia corporación), en Londres, para lo que sería su última actuación en vivo. El mítico concierto, filmado por Michael Lindsay-Hogg, duró poco, se advierte la tensión y las constantes discusiones entre los músicos, y alguien realizó una denuncia por ruidos molestos y hasta la llegada de la policía se observa en la película que se filmó: Let it Be.

Con las tomas grabadas previamente en estudio y con lo obtenido del concierto, The Beatles ya disponían de suficiente material para su nuevo álbum. Sin embargo comenzarían los inconvenientes. Su histórico productor, George Martin (algo así como el quinto beatle) se negó a hacerse cargo del desorden de las miles de horas de grabación, la mayor parte de material desechable. En cambio, les propuso volver a reunirse y trabajar como en los viejos tiempos en un nuevo disco. El grupo aceptó dando así inicio a lo que sería el último disco que grabaría la banda, Abbey Road, editado el 26 de setiembre de 1969. Más no sería este el último trabajo publicado. Aún quedaban las grabaciones del disco que iba a llamarse Get Back, aludiendo a la vuelta a las raíces rockeras y simples del grupo, simpleza que ya se había perdido por el camino.

Todo el material, a pedido de Lennon, fue entregado entonces a otro productor, Phil Spector, que había adquirido cierta fama por su "pared de sonidos" que consistía en agregar una "pared" de sobregrabaciones de cuerdas y coros a sus trabajos. Spector, entonces, produjo lo que sería el último disco de The Beatles. La tarea, al parecer, recayó sólo en Spector y ninguno de los miembros de la banda tuvo mayor participación. El álbum, finalmente llamado "Let it Be", con material de 1969, fue editado el 8 de mayo de 1970 y se considera el último disco en la discografía oficial Beatle. La obra incluye, obviamente, la pared de sonido con orquestaciones melosas y sobrecargadas, y voces femeninas, arreglos que para nada estaban en la mente de ninguno de los cuatro músicos cuando pensaron un álbum "para volver a las fuentes rockeras". Sin embargo, la calidad (y las ventas) del disco se correspondieron con lo que podría esperarse de una obra de The Beatles.

El más enojado con el resultado fue Paul McCartney, que siempre estuvo reticente a trabajar con Spector, aún antes de entregarles las grabaciones. Pasó el tiempo, y 33 años después y con dos de los miembros originales de la banda ya fallecidos, McCartney vuelve a editar el álbum. La reedición se publicó con el nombre de “Let it be... Naked”, pretendiendo reflejar la desnudez y la pureza del proyecto original, libre ya de la (sobre)producción de Spector. Puede apreciarse en el disco que se han borrado las frases que había entre los temas, y no aparecen dos canciones, "Dig it" y "Maggi Mae". Se ha sumado un tema, "Don´t le me Down", que originalmente apareció en el lado B del simple "Get Back" y en la mítica recopilación "Beatles 1966-1970," más conocida como "Álbum Azul". Finalmente, se alteró el orden original de las canciones. Sin embargo, el objetivo más logrado fue el principal: mostrar a la posteridad como eran las canciones como los Beatles querían. O como Paul quería. O como el cree ahora que entonces quería.

Tres ingenieros trabajaron arduamente durante un año y medio eliminando digitalmente orquestaciones, coros, efectos y diálogos, en un intento de "mejorar" la obra acercándola a su idea original. Los cambios más notorios se observan en canciones como la balada de McCartney "The long and winding road", que suena más bella despojada de la "pared" de Spector. En "Let it be" no aparece el doblaje a la guitarra de Harrison, por lo que hay más espacio para escuchar el piano de Paul y la percusión de Ringo. Las voces en "Get back" y "Across the universe" suenan diferentes, mejores a las versiones originales. El inicio y la mezcla de "Don’t let me down" también son distintos. En suma, un muy buen "nuevo" disco de The Beatles. Se incluye un segundo CD con una pista llamada "Fly on the wall", "mosca en la pared", debido a que contiene diálogos breves, ensayos de canciones, discusiones, planes para el futuro y cosas que los Beatles hicieron durante el mes de enero de 1969 en la grabación del álbum original.

Ambas versiones de "Let it Be" pueden ser bajadas desde aquí gracias al blog P&P.