lunes, 25 de febrero de 2008

En honor a George Harrison

Hoy, 25 de febrero, cumpliría 65 años George Harrison, el beatle místico según algunos, el beatle triste según otros.

Una vida llena de calamidades (hepatitis fulminante complicada por su condición de vegetariano, cáncer, su propio loco psicótico que lo acuchilló, recrudecimiento del cáncer que finalmente acabo con él) no pudieron aplacar su profunda espiritualidad. El misticismo y el compromiso de Harrison arrancan de su época con Los Beatles, cuando viajan a la India y conocen el movimiento Hare Krishna. Para sus compañeros fue poco más que una moda, para George algo que lo acompañaría toda la vida.

Su obra, opacada por los genios (en todo sentido) de Lennon y McCartney durante el período de los "fabulosos cuatro" explota arroladoramente cuando Los Beatles se separan en 1970, mientras Lennon se peleaba con la vida y McCartney se amigaba con su narcisismo. El primer éxito solista de George, My Sweet Lord también de 1970, sería una de las mayores páginas escritas por un beatle luego de la separación y un paso decisivo dentro de la carrera de Harrison en la música devocional, de profunda raíz religiosa. Hasta John Lennon, escéptico descreído por naturaleza, comento luego de escuchar este tema: "Estoy empezando a creer que seguramente hay un Dios".

Hay un hecho significativo en la vida de Harrison que según algunos biógrafos le depararía una profunda tristeza y una gran depresión que en parte lo acompañarían siempre: en 1960, a los 17 años, fue expulsado (por ser menor de edad) de Hamburgo donde los futuros Beatles tocaban todas las noches en bares nudistas. Nunca pudo liberarse del todo de la sensación de fracaso, de estar vencido y solo, que sintió hasta que regresaron sus compañeros unas semanas después.

Sin embargo, siempre tendría consigo a su profunda fe, la que quedaría reflejada en su obra y en su vida. Como el mismo dijo (a propósito del juicio por plagio de My sweet lord): "Creo que ha tenido efectos balsámicos en millones de personas. El hecho de que introdujera la espiritualidad en las listas de éxitos me compensa todos los celos, la avaricia, la maldad que despertó”.

Quizá no este del todo mal recordar a alguien que dejo un gran legado musical apoyado en la espiritualidad. Menos aún hoy día donde tal concepto parece no tener demasiado lugar. Quizá Harrison demostró que se puede vivir diferente en este "mundo material".

Feliz cumpleaños George, donde quieras que estés.

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